Mamoplastia con Injerto Libre de Areola
Existen dos técnicas para conseguir un contorno torácico masculino: mamoplastia subcutánea de masculinización y la mamoplastia de masculinización con injerto libre de areola. En función de cada caso, el médico junto al paciente decidirán la técnica más adecuada.
La mamoplastia de masculinización consiste no únicamente en quitar la glándula mamaria y el exceso de piel sino en conseguir que el tórax tenga un aspecto masculino, para ésto es muy importante tener en cuenta las diferencias entre hombre y mujer, por ejemplo el pezón masculino no sólo es más pequeño si no que está situado en relación al femenino de una manera más lateral y un poco más abajo, justo en el sitio donde el músculo pectoral mayor gira desde la axila hacia el tórax.
Para conseguir un aspecto torácico masculino debemos tener en cuenta que el objetivo final del chico transexual cuando se opera es precisamente tener un aspecto lo más masculino posible, por lo tanto además de quitar la glándula, tendremos que dar forma al pezón, situarlo en el sitio correcto y dar forma al tórax. Esto se consigue mediante un trabajo preciso y laborioso, un tiempo de quirófano largo que nos permite alcanzar la forma definitiva.
Las cirugías de masculinización torácica sólo son dos para el hombre transexual, la mamoplastia subcutánea de masculinización y la mamoplastia de masculinización con injerto libre de areola. El resto de las técnicas son técnicas de reducción mamaria femenina que se han demostrado fracasadas en los resultados al no ofrecer al hombre transexual un contorno torácico masculino.
En función del tamaño de la mama, del exceso de piel y de la caída de la mama elegiremos una técnica u otra.
La que se utiliza con más frecuencia es la mamoplastia de masculinización con injerto libre de areola ya que en la mayoría de los chicos trans ya se ha producido una caída de la mama, por la utilización de binders, o ésta es simplemente muy grande.
Depende lógicamente del tipo de técnica realizada. Si es la mamoplastia de masculinización con injerto libre de areola, es muy importante guardar un reposo absoluto durante la primera semana ya que el injerto se va a nutrir sólo por difusión y si existe fricción entre injerto y el lecho receptor se puede producir necrosis y pérdida definitiva del mismo.
La pérdida del injerto no es una complicación importante desde el punto de vista de la salud, pero deja una secuela morfológica. Una vez que se ha objetivado la pérdida del injerto se puede hacer un re-injerto precoz o tardío a largo plazo. Se utiliza piel de una zona donante, en concreto de la cara interna del muslo que es una piel pigmentada para simular el aspecto del pezón. La otra opción es micropigmentar el pezón, pero no habrá relieve del mismo.
Depende de la técnica. Cuando se puede realizar una mamoplastia periareolar, la cicatriz es prácticamente imperceptible ya que se sitúa alrededor de la areola donde cambia el color del pigmento del pezón con respecto al resto de la piel. En el caso de la mamoplastia de masculinización con injerto libre de la areola, quedan cicatrices que se esconden justo en el borde del pectoral que se disimulan con el paso del tiempo, no sólo por utilizar técnicas de cirugía estética sino también generalmente por la aparición de vello secundario a la hormonación.