Metoidioplastia
Será el cirujano, junto con su equipo médico quien decida la técnica más adecuada para cada paciente en particular, analizando sus características físicas y sociales.
No obstante, el paciente dispondrá de toda la información para poder tomar parte en la decisión final sobre la técnica a escoger.
Existen fundamentalmente dos técnicas para realizar la reconstrucción genital en el hombre transexual: la metoidioplastia y la faloplastia. Ambas técnicas difieren fundamentalmente en la magnitud de la intervención entre una y otra y de los resultados que el paciente quiera obtener. En la metoidioplastia se consigue una longitud pequeña del pene entre 5 y 7 cm. y es imprescindible que exista hipertrofia del clítoris. En la faloplastia la longitud es mayor pero hay que aceptar una intervención mas larga, mas laboriosa y con más complicaciones.
No es recomendable si no existe una hipertrofia importante del clítoris, de la misma manera si se trata de una persona con obesidad tampoco es recomendable ya que el resultado en longitud será muy pobre.
Es una técnica más larga, más compleja, requiere varias intervenciones para llegar a un buen resultado final, es costosa y obliga también a la creación de cicatrices en el sitio donante para realizar el falo.
Depende de la hipertrofia del clítoris. Si hay una marcada hipertrofia y antes de realizar cualquier intervención se notan erecciones sobre ese clítoris, se puede realizar una metoidioplastia porque aunque el pene sea pequeño, se puedan producir erecciones y por lo tanto penetración. Son los casos menos frecuentes ya que las personas que quieran tener relaciones sexuales con penetración deben realizarse una faloplastia.